“DE LA CUNA A LA CUNA”: UN FUTURO, YA PRESENTE, LLENO DE SENTIDO

  
    Michael Braungart y William McDonough han escrito un libro que si fuese de texto en nuestras escuelas sería una auténtica revolución del conocimiento. Desde la sabiduría de crear una  tecnología inspirada en la naturaleza y sin renunciar al genio de lo artificial, nos presentan un futuro lleno de abundancia e ilusiones. Pero no pensemos que son simples soñadores, sus logros ya están esparcidos por el mundo, integran en sus vidas a Sancho y a Quijote, algo que nuestra sociedad tenía pendiente.
   Forman un equipo apasionado: William es arquitecto y Michael químico. Ambos elevan una octava las notas de sus respectivos campos y nos ofrecen una melodía que nada tiene que ver con la información sesgada y dramática de los “grandes medios” de “información”. Un futuro diferente es posible, basta sentir las obras, imaginación y pasión de estos “arquitectos” de una nueva sociedad.
    Te invito ahora a conocer a Michael en una entrevista que LLuís Amiguet le hace en ”La Contra” de “La Vanguardia”, prepárate a vivir un futuro lleno de posibilidades, sin crisis económicas, en armonía con la naturaleza… ¿te parece imposible…? Eso es que todavía no conoces a Michael y a Williams…


"Debemos ser como árboles que al vivir limpian la tierra"
 Michael Braungart, químico; cocreador del ciclo ‘cradle to cradle’ (de la cuna a la cuna)
Entrevista realizada el 10-1-2012

Tengo 54 años: los casados ganamos un kilo al año, así que voy a hacerme champú con esa grasita. Fui director para Europa de Greenpeace y fundé la agencia medioambiental de la RFA e investigo para el Gobierno holandés. He participado en SmartCity de Fira de Barcelona.

Sabe que España ha anunciado que será neutral en emisiones de carbono en el 2020?
 Algo había oído.
Pues eso es imposible. Sólo hay una manera de conseguirlo: que ustedes no existan. Que todos dejemos de respirar.
 ¿Morir para dejar de contaminar?
Ese es el sentimiento que propicia el ecologismo sostenible: te hacen sentir culpable de tirar de la cadena, de ir al lavabo, de lavarte los dientes... ¡y hasta de respirar!
 Pero hay que limitar el daño ecológico.
Para conformarnos con eso ya es demasiado tarde y ya somos demasiados. Ahora la única alternativa a la degradación del planeta y a nuestra ulterior destrucción no es ser menos humanos, sino ser más árboles.
 ¿En qué sentido?
Los árboles no son sostenibles: ¡Olvide la sostenibilidad, está superada! Los árboles al vivir limpian aire y agua. No son neutrales ni de emisiones cero. ¡Son positivos!
 ¿Cómo?
Ya no basta con contaminar poco o no contaminar: debemos repensar nuestras vidas para que nuestra actividad limpie y recupere el planeta y lo deje mejor que antes.
 ¿Podemos ser positivos como árboles?
Tenemos la técnica y los medios. Falta cambiar la mentalidad –que el objetivo deje de ser no ensuciar y pase a ser limpiar– y ponernos ya manos a la obra. Por ejemplo, proyectando edificios que limpien la tierra, el aire y el agua. Tenemos las técnicas.
Nuestras ciudades pueden ser
muy diferentes... 

 ¿Es posible?
¡Nosotros ya hemos empezado! Hemos diseñado vertederos y cloacas en Brasil que no es que no ensucien..., ¡es que limpian el agua y la tierra! Y edificios que mejoran el aire. Son viviendas que dejan el medio mejor de lo que estaba antes de que se construyeran.
 No parece tan fácil de lograr.
Insisto en que es cuestión de cambiar nuestros objetivos y nuestro marco mental. El problema es que hemos estado tan ocupados siendo menos malos que no hemos hecho nada aún por ser buenos con la tierra.
 Por ejemplo.
Se han fabricado alfombras más fáciles de reciclar, pero cancerígenas. ¿Sabe por qué?
 ¿Para decir que eran reciclables?
Porque deberían haberse hecho para mejorar el medio y se han hecho pensando en no dañarlo. Por eso, ahora debemos reinventarlo todo: detergentes, plásticos, alfombras, gomas... Los neumáticos, por ejemplo: están diseñados para durar cada vez más...
 ... Y así gastar y contaminar menos.
¡Error! Duran mucho más hoy que hace veinte años, pero si analiza por qué descubrirá que llevan 640 nuevos compuestos químicos de los que 487 son nocivos para nosotros, pero los inhalamos cada día en las calles. Y la prueba es que el asma va en aumento.
 ¿Qué propone?
Cambiar el chip. En vez de hacer ruedas para que duren más, fabriquémoslas para que vuelvan al ciclo orgánico cuando se gasten.
 ¿Y una nevera vieja?
¡Jamás debe ir al vertedero! ¡Tenemos que eliminar los basureros de nuestra mente! Cuando ya no funcione, debe volver a la fábrica. Todos sus componentes deben regresar a la tecnosfera para ser reutilizados.
 Desde luego, es más racional.
Ahora mismo usted se está comiendo este sofá: respira sus partículas y las absorbe por su piel. Así que debemos diseñar sofás comestibles y respirables y, tras su uso, se integrarán en el ciclo orgánico. Mire mi zapato.
 ¿Es cómodo?
¡Podría comérmelo! Cuando se calienta a alta temperatura, todo él se deconstruye en partes que se reintegran en el ciclo biológico: fibras vegetales, cuero... Y también compraremos calzado con data de caducidad.
 ¿Cómo?
Unos zapatos que duren hasta el 2020, y entonces los devuelves a fábrica, a cambio de de una parte de lo que pagaste por ellos, y allí los refabrican. Nada se tira. Todo debe usarse y reusarse y usarse y reusarse...
 ¿Adiós al consumo?
¡Adiós al consumo: viva el uso! Todo se reincorpora al ciclo biológico o a la tecnosfera. Que lo que quede del sofá o los zapatos ya inservibles acabe sirviendo como abono...
 ¿Siempre es posible?
¡Claro! Ya no compramos sillas de oficina, sino el uso de las sillas por un periodo para que después sean reaprovechadas en fábrica una y otra vez... ¡Nada se tira! En Alemania, reusar es un concepto en auge. ¡Ya no queremos ni basureros ni vertederos!
 Eso requiere esfuerzo reorganizativo.
Nos daría una ventaja competitiva decisiva sobre los productores baratos de los países emergentes, que fabrican sin ninguna preocupación por el medio. El Gobierno holandés nos financia la investigación sobre el paso del ciclo fábrica-consumo-vertedero al de fábrica-consumo-fábrica (cradle to cradle). Fíjese: ahora mismo tengo que ir al lavabo a desbeber y por eso me deprimo.
 ¿La próstata...?
Es que cada día eyectamos fosfatos y su exceso provoca leucemia en los niños. Por eso diseñamos una planta en Brasil que reutiliza el fosfato del váter en la agricultura.
 Pero, ¿es eficiente?, ¿es rentable?
Las españolas en su vida comen seis kilos de pintalabios. No es eficiente ni rentable, pero es efectivo. Como regalar flores. Lo efectivo es que dejemos de ser negativos y degradar el medio y empecemos a ser positivos y limpiarlo. No basta con vivir sin ensuciar: al vivir debemos limpiar.

No sea marciano
Si nos portamos como alienígenas con la Tierra, la Tierra nos tratará como a alienígenas y nos exterminará. Nuestro planeta está enfermo de un virus letal: somos nosotros, los humanos. Y, como todos los virus, cuando destruyamos al ser que infectamos, moriremos también con él. Ya es tarde para evitar dañarlo: hay que curarlo. Lo dice Braungart: "Dejemos de fabricar para el consumo y el vertedero y fabriquemos para el uso y la vuelta a la fábrica". Braungart aduce que este cambio salvador
es la tercera revolución industrial, junto con la producción de energía renovable en cada casa. Ambas serían el nuevo plan Marshall para volver a hacer crecer a toda Europa.

     Lo que Michel y Williams han hecho desde sus campos respectivos lo está haciendo desde la economía y la empresa una persona que resuena  con los mismos principios: Gunter Pauli, el artífice de la llamada “economía azul”. ¿Te apetece conocerle y saber  de sus trabajos? Lo puedes hacer en la siguiente dirección: http://nuevoparadigma12.blogspot.com/2011/11/gunter-pauli-un-economista-salido-de.html
        Si quieres seguir explorando en el tema “De la cuna a la cuna” puedes visitar la siguiente dirección, allí encontrarás un vídeo muy interesante:

“PROPONGO DEFINIR LA SALUD COMO UNA VIDA FELIZ”

Estas palabras son como un faro en la oscura noche de la guerra contra la enfermedad. Nuestro sistema médico se ha erguido como un ejército que se enfrenta a todas las dolencias, olvidando que eso convierte al cuerpo en el campo de batalla. Nuestra visión de enfrentarse y dominar a la naturaleza ha prevalecido sobre la de verla como una fuente de sabiduría.  La persona que pronunció las palabras que encabezan esta entrada se negó a ver al enfermo como un mero campo de batalla y actúo en consecuencia, siguiendo a su corazón por encima de convencionalismos y protocolos que distancian al enfermo del médico. Su mensaje y ejemplo llegó a Hollywood y su vida y obra fueron, por la magia del séptimo arte, conocidas en todo el mundo y su nombre pronunciado por miles de estudiantes de medicina: Patch Adams
            Todo empezó cuando de joven en plena crisis existencial, motivada por un mundo que él sentía como cruel e injusto, intentó suicidarse varias veces. Finalmente fue internado en un psiquiátrico, fue allí donde descubrió su don como sanador y cuidador de las personas enfermas. Sumergido en ese ambiente se dio cuenta de que su suicidio no ayudaría a cambiar el mundo que le dolía y que, sin embargo, él tenía en sus manos  empezar una pequeña revolución, la del poder del amor, con una herramienta muy poderosa: el humor. Él mismo cuenta con una maravillosa metáfora como armoniza ambos: es como usar una cuña, su parte delgada es el humor, luego, poco a poco, se va ensanchando y entra la parte importante: el amor. Los pacientes del psiquiátrico se convirtieron en sus maestros, gracias a que supo desplegar la sabiduría del aprendiz en un lugar donde el personal médico encarnaba la prepotencia del docto. De un “loco” aprendió a mirar fuera de lo establecido, te invito a vivirlo en una escena maravillosa de la película, haz clic en lo siguiente: 

"Si te centras en el problema no verás la solución ..."
            Saber mirar fuera de la “caja” que ha delimitado nuestra educación, sin perder nuestro centro, es una habilidad que Patch irá desarrollando a lo largo de su vida. El éxito de lograrlo estaba asegurado, pues comprendió sin ninguna duda qué es lo que debía colocar en ese centro: su corazón. Las ideas preconcebidas de su entorno, las creencias limitantes tanto fuera como dentro de él, la falta de medios, los protocolos sin humanidad, sus profesores en la facultad… nada podía frenar el ímpetu de lo que sentía, y que resumió en una frase ante un tribunal universitario que le juzgaba por sus “artes” médicas inusuales y por “ejercer”, según ellos, antes de obtener el título: “Si un médico trata la enfermedad puede ganar o perder, si trata a la persona gana siempre” . Pero es mejor que puedas sentir toda la escena tú mismo, vamos de nuevo a la película:

"Ustedes tienen autoridad para impedir que me gradúe ...
pero no pueden controlar mi espíritu ..." 
            Pero Patch va mucho más allá de su personaje de médico sanador, es un amante de la vida, tanto que consigue ocultar tras su sonrisa el pesimismo que le ayudó a iniciar su pequeña revolución, un sentir suyo lo deja bien claro: “La vida es una celebración del pensar y del actuar”. Se sorprendió al darse cuenta de que la mayoría de los médicos y de sus pacientes no sabían nada del amor a la vida, el campo para enseñarlo se le mostró inmenso…
            En una ocasión unos padres desconsolados, ante la muerte de su hijo en el hospital, eran dejados a su suerte por el sistema, ya que a ningún médico se le había enseñado sobre la muerte, tan sólo habían aprendido a combatirla. Patch se enteró de que eran cristianos y les sugirió rezar juntos una oración, a pesar de que él no se consideraba cristiano. El efecto fue fantástico, los padres se sintieron reconocidos en su dolor. A partir de entonces nuestro amante de la vida se dijo: “Con el paciente budista seré un sincero budista, con el cristiano seré cristiano, con el ateo seré ateo…” ¡Qué gran ejemplo de amor trascendiendo a las mismas creencias! Tan sólo es posible de lograr poniendo el corazón por delante, un ejemplo vivo para dar de beber a la sed de humanidad que nos embarga.
            El gran corazón de Patch aprendió a hacerse pequeño para pasar por la puerta de las creencias de quienes sufren, al hacerlo, lejos de perder su esencia, la concentró. Pero lo mejor es que tú mismo puedas oler este perfume escuchando y viendo no al Robin Williams, el magistral actor, sino al verdadero Patch Adams. Ponte cómodo para  los próximos 55 minutos y prepárate a disfrutar de la entrevista  que le hicieron en el mítico programa chileno “La belleza de pensar”. En la entrevista dejará entrever durante unos breves momentos su pesimismo, fruto tal vez de unas creencias limitantes sobre los potenciales de las personas- el paradigma científico imperante-, pero en la visión global de la misma, lejos de estorbar, lo convierten en un personaje más humano, más cercano y más entrañable, si cabe. ¡Qué disfrutes de este sincero encuentro!

PATCH ADAMS, CELEBRADOR DE LA VIDA from arcoirisdan on Vimeo.