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Un hogar permite ver la vida sintiéndose acogido |
Nuestro edifico científico, diseñado con los planos del mecanicismo y el materialismo, ha parcelado el conocimiento en aras de un mayor rigor. La falta de comunicación entre los diversos campos, sazonada con la prepotencia de una cultura que se ha creído la más científica, ha ocasionado que en el cuerpo del conocimiento los órganos hayan olvidado que su función no tiene sentido sino en armonía y colaboración entre ellos. Esto provoca un alza de los costos de la investigación y una baja de eficacia; imaginemos un cuerpo humano en el que los órganos disminuyen, poco a poco, la comunicación entre sí, si esto continuase indefinidamente se llegaría al ansiado rigor del cientifismo imperante, pero sería un “rigor mortis”.

Bien.
Desde el renacimiento considerábamos el tiempo algo constante, unidireccional e irreversible, pero hemos empezado a entender que el tiempo posee una densidad.
Se me escapa el concepto de densidad temporal.
Imagine que el transcurrir del tiempo es como si uno abre más o menos el grifo y el agua (el tiempo) corre más o menos. En los últimos diez años esa densidad se está acelerando, se observa en los relojes atómicos.
Entendido.
Se sospecha que una estructura cultural (las reglas y valores que rigen las finanzas, o la salud, o las empresas...) es una inteligencia que evoluciona por sí misma, y que la inteligencia humana evoluciona menos rápidamente que dichas estructuras. Esa es la razón por la cual ya no se entienden los problemas actuales. Hace 50 años el mundo era muchísimo menos complejo.
Y la causa es la aceleración de la densidad temporal.
Sí. Hace unos diez años empezamos a darnos cuenta de que algunas herramientas financieras, del mundo de la salud, o de la empresa..., empezaban a no funcionar.
Póngame un ejemplo.
Un estudio del Ministerio de la Salud de Francia que analizaba la evolución de 25 tipos de cáncer en los últimos 20 años reveló que 19 se habían disparado de manera anómala. El cáncer de próstata en los hombres ha aumentado casi un 300%. Conocemos las causas, decía el estudio, pero debe haber algunos factores más que desconocemos.
...
Como asesor de eurodiputados y diversas empresas podría ponerle muchos ejemplos que creemos que están relacionados con la aceleración de la densidad temporal, por eso he dedicado diez años a estudiarlo.
¿Y?
Así surgió la teoría del pensamiento integral (hemos de cambiar nuestra forma de pensar, de forma que trascienda los límites comúnmente admitidos de nuestras conexiones neuronales) y llegué al fenómeno de coherencia neurocardiovascular.
Cuénteme.
He leído su entrevista a Annie Marquier (La Contra del 14 de marzo) y sus planteamientos son correctos: el cerebro del corazón es el que toma las decisiones... Pero ¿por qué?
...
El inventor del reloj de pared fue un holandés llamado Huygens. Cada día le daba cuerda a sus relojes y comprobó que al cabo de un rato y en un tiempo aleatorio todos se sincronizaban con un reloj en concreto.
El más grande.
Entendido.
En ciencia un sistema coherente es un sistema que consume poca energía para un máximo rendimiento, y es incoherente cuando se traga cien litros de gasolina para recorrer un kilómetro. El corazón emite señales eléctricas que se pueden ver en una gráfica sinusoide. Pero nunca se había medido la tasa de variabilidad cardiaca.
Eso me lo tendrá que explicar.
Es una gráfica que muestra la ondulación de las señales eléctricas del corazón. En la inmensa mayoría de la gente es muy irregular. Pero si la altura de las curvas se repite de forma regular la persona está en estado de coherencia. El corazón manda esta señal, que es como un lenguaje, al neocórtex.
El cerebro superior.
Sí, y él lo va transmitiendo a todos los relojes secundarios del cuerpo: el sistema nervioso central, el sistema hormonal, etcétera. Desde los primeros estudios empezamos a entender varias cosas.
Nada mejor que estar en coherencia.
Eso es: cuando una persona está en coherencia es eficiente; cuando está en incoherencia y va hacia un estado de coherencia van desapareciendo cefaleas, reumas, las heridas cicatrizan más rápido e incluso vimos varias curaciones de cánceres.
Es como una novela.
Si yo fuera un sanador, le diría: respire a través del corazón sentimientos de amor y autoestima, promueva los pensamientos positivos, que, por cierto, generan trenes de ondas eléctricas.
Pero es un físico.
Por tanto, me dije: una señal eléctrica es una frecuencia que mediante una ecuación se puede transformar en longitud de onda, así que he creado un sonido que reproduce en longitud de onda exactamente la tasa coherente de variabilidad cardiaca.
¿Y a qué suena un corazón coherente?
Es precioso. Escuchar durante cinco minutos esa melodía pone en estado de coherencia nuestro corazón, es lo que yo llamo una reestructuración neurocardiovascular.
¿Han experimentado con ese sonido?
Sí, en el campo de la empresa, la medicina y el deporte de élite, con excelentes resultados, sobre todo en cuanto a fluidez neuronal. El ser humano tiene posibilidades increíbles, pero estamos limitados por un modelo racional que nos ahoga.