“LA SANGRE DE LA SOCIEDAD ES EL DINERO Y LOS BANCOS DEBERÍAN HACER DE CORAZÓN”

La economía desde el corazón no sólo es
posible, sino que ya vive en muchas personas

Estas palabras de Joan Melé no son en absoluto utópicas, su propia vida demuestran su validez. Dejó, a punto de jubilarse con una espléndida pensión, su puesto como director de una sucursal en una entidad bancaria muy importante para seguir lo que sentía en su corazón. Hoy es subdirector en España de una banca ética: “TriodosBank”. Joan es un ejemplo vivo de que nunca es tarde para ser fiel a uno mismo, treinta años en la banca tradicional no sólo no le frenaron,  sino que le han servido como experiencia para convertirse en un excelente puente para pasar de un mundo basado en la competitividad, en desmembrar a la sociedad, a otro que siente a la humanidad como un solo organismo en el que la salud de un órgano es la salud de todos.
            En el dinero hemos proyectado nuestras limitaciones en vez de nuestra creatividad. Nos hemos comportado con él como con el agua en el que echamos nuestros desperdicios, sabiendo que tarde o temprano necesitaremos esa misma agua para beber; por eso, nos hemos intoxicado con él. La solución no está en no emplearlo, sino en tratarlo con respeto, con amor… poniendo en él lo mejor de nosotros; reconociéndole como un maravilloso intercambiador de nuestras creaciones.
El dinero nos da el perfume que plantemos en él
¿Qué nos impide poner nuestras mejores esencias...?
             Podemos empezar con pequeños gestos como pagar poniendo conciencia en las monedas y billetes, dándolos con una sonrisa, sabiendo que entregamos un enorme potencial… quizás con ese billete se compre un maravilloso regalo que llevará la ilusión a un niño, o unas flores que serán mensajeras de una grata noticia, o alimento a personas necesitadas… todo un mundo de posibilidades. Sintámonos importantes cuando paguemos, porque estamos haciendo circular la sangre de la economía, de una economía que es creación de todos.
            Pero no olvidemos los otros pagos, los que hacemos a través de nuestras cuentas bancarias, en ellos también podemos poner conciencia. No hace falta que nos enfrentemos a los dirigentes de los grandes bancos, basta con que elijamos con quien trabajar, sobre eso sabe mucho la banca ética y Joan Melé, os dejo con la entrevista que Víctor Amela le hizo en “La Contra” de “La Vanguardia” el 27 -12-2011:


"¿Dejas que tu dinero financie armas y contaminación?"

Joan Antoni Melé, banquero ético
 Tengo 60 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy subdirector general de Triodos Bank en España. Estoy casado. Tengo tres hijos, de 27 a 38 años, y una nieta de 4 años.¿Política? No me gusta este sistema. Busco la espiritualidad universal. La especulación es nuestro cáncer.




Qué hace mi banco con mi dinero?
Invierte en industria armamentística. Es una industria muy española, por otra parte.

Tenemos fábricas, ¿no?
De minas antipersona, luego de bombas de racimo... Pregunté a un banquero por qué invertíamos en armas, y me dijo: "Es que si no lo hacemos nosotros, lo harán otros". ¿Qué argumento es ese?

Califíquelo.
Supone anteponer la codicia a cualquier otro principio. Contraviene mi conciencia: por eso dimití del banco en el que trabajaba.

¿Qué banco era?
Da igual, he sido bancario durante 30 años, y todos hacen lo mismo: compiten por maximizar sus beneficios y hacen barbaridades.

¿Qué barbaridades?
Ingeniería financiera, especulación, economía de casino, fondos estructurados en los que ya no sabe en qué se invierte el dinero.

Todo legal, sin embargo.
Sí, y eres corresponsable si sólo buscas que tu banco te ofrezca unos euros más de rentabilidad... sin preguntarte cómo lo consigue.

Explíquemelo usted.
Acabas financiando explotación infantil, industrias contaminantes... Un amigo ecologista se manifestaba contra una industria contaminante. "¡Si estás financiándola con tu dinero, tu banco invierte ahí!", le dije.

¿Mi banco también?
Eso le dije a los del 15-M: "Cuando parecíamos prósperos, ¿dónde estabais? ¿Por qué no ocupabais las plazas por los pobres del mundo?". Nos quejamos sólo cuando nos toca a nosotros. ¡Lo primero es cambiar uno!

¿Algún otro ejemplo?
Si vas a una manifestación por la paz, ¿por qué dejas tu dinero en una caja o banco que acaba financiando armas o contaminación?

¿Me guardo el dinero en un calcetín?
No, porque el dinero es la sangre del organismo social: muévelo para que alimente proyectos útiles a la sociedad.

¿Usted lo hace?
Ahora trabajo en un banco que mete su dinero en escuelas e instituciones culturales, en empresas de energías renovables, en agricultura biodinámica, bioconstrucción, en proyectos de interés social. Ya no me traiciono.

¿Banca ética?
Banca con principios. Los directivos cobramos un sueldo y punto. Los beneficios son para invertirlos, no para repartírnoslos nosotros. Nada de incentivos por resultados.

Pero los incentivos estimulan, ¡no?
Acaban estimulando a esos directivos a inventarse trucos para conseguir beneficios a toda costa, ¡y de ahí las barbaridades!

Algunos banqueros han arruinado a sus bancos y se han retirado forrados.
Acabemos ya con esa impunidad y exijámosles responsabilidades.

¿Damos dinero público a los bancos?
Sólo si el Estado fiscaliza la gestión de ese dinero. O todo seguirá igual: ¡los bancos han seguido especulando con ese dinero de todos! Opino que dejar caer algún banco hubiese servido de escarmiento al resto.

¿Cuántos clientes tiene su banco?
Ahora unos 60.000: se han duplicado en un año y se duplicarán el año que viene.
Una banca transparente es un ingrediente
fundamental para una auténtica democracia.

¿Cómo sé que su banco no especula?
Cada céntimo se audita, cada inversión se pública en la web, nos obligamos a una transparencia radical. Analizamos al dedillo cada inversión, y las condicionamos.

¿A qué condiciones se refiere?
Prestamos dinero a unas escuelas, pero exigimos que los menús del comedor de los niños fueran de alimentos ecológicos.

Pero ustedes quieren ganar dinero.
Hemos rechazado depósitos importantes porque dudábamos de su procedencia. Queremos tener la conciencia tranquila, beneficiar a la sociedad, y no ganar por ganar.

¿Es su banco tan solvente como otro?
Nuestro "rating de solvencia" es de 14, superior al de los bancos grandes, que es de 8.

¿Y cómo lo consiguen?
Es que no apostamos, no jugamos a la ruleta rusa: sólo invertimos en economía real y nada en economía especulativa. Eso hace mucho más segura cada inversión, y además las seguimos muy de cerca. Por todo esto nuestro índice de morosidad es muy bajo.

¿Qué pasaría si su banco fuera grande?
Que nuestra sociedad cambiaría.

¿A partir de qué tamaño sucedería?
Con dos millones de impositores, la sociedad sería otra: las personas estarían por delante de los números. La especulación es el cáncer de nuestro tiempo.

¿Cómo extirparlo?
Crecer por crecer es destructivo. Es hora de cambiar la globalización de la economía por la globalización de la conciencia.

¿Y cómo se hace eso?
Enseña a tus hijos que no se trata de ganar dinero, sino de ganar la vida. Sustituyamos consumo material por consumo espiritual.

¿Espiritual?
Sí, llenemos la vida de amigos, conversaciones, libros... Prioricemos la cultura, el respeto al medio ambiente. ¡Demos sentido a todo lo que hagamos! Admiremos a los buenos por encima de los listos.

No es fácil.
Ya, pero que no nos pase que por pensar que podemos hacer poco, acabemos por no hacer nada.

¿Su prédica hará cambiar de prácticas a los demás bancos?
No lo creo: que hagan lo que quieran, ¡pero será sin mi dinero!

Dinero y conciencia

Al filo de la edad de jubilación, dejó su trabajo. Su conciencia no le dejó seguir ni un día más para cobrarla: se despidió del banco en que trabajaba y se fue a casa. Su esposa le respaldó, pese a la renuncia económica. Pero ganó paz interior. Decidió que sería banquero sin traicionar sus principios, y se implicó en la llamada banca ética: hoy es alto cargo de Triodos Bank (www.triodos.es), que sólo invierte en empresas que ayuden a mejorar la vida de las personas. Renuncia al beneficio rampante, evita los riesgos de la especulación y se va a la cama sabiendo que su dinero es útil a la sociedad. Lo explica en el libro Dinero y conciencia (Plataforma), subtitulado ¿A quién sirve mi dinero?


            Joan es una persona apasionada, que habita las palabras que pronuncia y las da vida. Es un gran comunicador que sabe conmover por dentro a la vez que expresa un gran conocimiento de los temas tratados. Te invito, ahora, a ponerte cómodo, a sacar un billete de tu cartera, dejándolo bien a la vista, y a sentir de viva voz a Joan Melé en una charla. Cuando termine mira el billete y pregúntate cómo quieres que sea a partir de ese momento tu relación con el dinero. ¿Te gusta la propuesta…? Te dejo con este amante de la humanidad, que se niega a ensuciar una de sus más bellas creaciones: el dinero.

             




Podemos conseguir que el dinero
se encuentre con su propia inocencia
    Todo lo que se ama se retorna a la inocencia, y el dinero no es una excepción. Si te queda alguna duda de que podemos hacer del dinero algo maravilloso, como el agua pura y cristalina que brota de un manantial, te invito a visitar la siguiente entrada en la que encontrarás un regalo: una charla de Joan Melé con el sugerente título de “Espíritu y dinero: la Comunión del Ser Humano y la Tierra”. La economía desde el corazón no sólo es posible, sino que ya ha comenzado, compruébalo tú mismo, ¡qué lo disfrutes!:

1 comentario:

  1. Gracias de nuevo, Carlos. Voy a tener en cuenta seriamente esta opción bancaria. Un abrazo

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